Hay siete variables de diagnóstico de la enfermedad de la adicción: tolerancia, abstinencia, efectos deseados, pérdida de control, tiempo, conflicto y continuidad a pesar de un daño evidente para la salud. Cuando se dan tres o más de estas dimensiones, ya estamos en el punto de la adicción.
La primera fase sigue presidida por el ejercicio recreativo, cuando se disfruta y se obtiene una recompensa.
La segunda es el ejercicio de riesgo, cuando la actividad física se utiliza como válvula de escape y conlleva un nivel de estrés. El culto al físico lleva a las personas a desarrollar una obsesión, con desencadenantes psicológicos y físicos.
La tercera fase tiene que ver con el ejercicio problemático: cuando las personas empiezan a programar su rutina diaria en torno a la práctica deportiva, además de llevar su cuerpo a nuevos límites.
Por último, se produce la plena dependencia física y psicológica del ejercicio, cuando el practicante llena su vida con un deporte tóxico que le aleja de otras actividades saludables. La adicción se enmarca así en el hecho de que el deporte empieza a afectar a la vida social, familiar y profesional de las personas.
Los investigadores consideran que los deportistas profesionales, que dedican buena parte de su jornada a la actividad física, no pueden ser clasificados como adictos, aunque señalan que la adicción puede darse en este colectivo. Existen diversos Tipos de Terapia a las Adicciones es importante encontrar la adecuada para cada caso particular.
Adicciones a sustancias
De todos los tipos de adicciones, éstas son las más conocidas. Suelen estar agravadas por problemas con la ley y por una afectación directa al organismo de la persona que las consume. Veamos algunas de ellas en detalle:
Adicción al alcohol
El alcoholismo es una de las adicciones más comunes en todo el mundo, esto se debe a que el alcohol es una sustancia legal que se puede comprar en cualquier superficie y está presente en muchos eventos sociales que pueden ir desde una reunión con amigos hasta una celebración.
Es una sustancia que puede provocar el desarrollo de enfermedades como el cáncer. A pesar de ello, su consumo está ampliamente aceptado socialmente y es tratado como una práctica social deseable.
Sus principales efectos pueden agravarse a nivel físico, cognitivo y psicológico, desencadenando estados de inestabilidad emocional, agresividad y menor capacidad de reacción.
Adicción a la nicotina
La nicotina es la sustancia adictiva del tabaco. A diferencia del alcohol, el tabaco y sus efectos perjudiciales para la salud han calado en la conciencia de la sociedad, hasta el punto de que algunos países han llegado a cerrar su comercialización a puntos de venta exclusivos.
El humo del tabaco es responsable de muchas enfermedades respiratorias, como el cáncer de pulmón y de laringe, así como de problemas cardíacos y cardiovasculares.
Adicción a los psicofármacos
Este tipo de adicción no es tan común como las anteriores, ya que conseguir psicofármacos no es tan fácil como comprar alcohol. Sin embargo, aunque se requiere una receta para adquirirlos, muchas personas saben cómo hacerse con ellos sin tener la necesidad de tomarlos.
Cada fármaco psicotrópico tiene un perfil diferente, por lo que cada persona puede experimentar efectos secundarios muy distintos según la dosis o el tipo de fármaco. La tolerancia a los psicofármacos se genera muy rápidamente, por lo que la persona necesita aumentar la dosis con frecuencia para notar sus efectos.
Adicción al cannabis
Entre todas las drogas ilegales, este tipo de droga es la más consumida tanto por jóvenes como por adultos. Esto se debe a que se puede cultivar en cualquier jardín o terreno.
Son muchos los efectos sobre la salud de quienes la consumen, entre ellos a nivel cognitivo, produciendo deterioro en la inteligencia, la memoria o la capacidad de hablar con fluidez. Su consumo se ha relacionado con trastornos mentales como la esquizofrenia.
La genética es el estudio de los genes. Los genes son unidades funcionales de ADN que componen el genoma humano. Proporcionan la información que dirige las actividades celulares básicas del organismo. Las investigaciones sobre el genoma humano han demostrado que, por término medio, las secuencias de ADN de dos personas cualesquiera son iguales en un 99,9%. Sin embargo, ese 0,1% de variación es extremadamente importante: representa tres millones de diferencias en los casi tres mil millones de pares de bases de la secuencia de ADN. Estas diferencias contribuyen a las variaciones visibles, como el color del pelo y la altura, y a las características invisibles, como el mayor riesgo de padecer ciertas enfermedades o la protección contra ellas (por ejemplo, ataques cardíacos, derrames cerebrales, diabetes y adicción). El Centro de Tratamiento de Adicciones Liberadict Sevilla ha hecho estudios extensos con respecto a estos puntos.
Algunas enfermedades, como la anemia de células falciformes o la fibrosis quística, están causadas por una modificación (llamada “mutación”) de un solo gen. Algunas mutaciones, como las de los genes BRCA 1 y 2, que se asocian a un riesgo mucho mayor de padecer cáncer de mama y de ovarios, se han convertido en herramientas médicas clave para evaluar el riesgo de que un paciente sufra una enfermedad grave. Los investigadores médicos han tenido un éxito asombroso a la hora de descifrar la genética de estos trastornos causados por un solo gen, pero identificar tratamientos o curas no ha sido tan sencillo. La mayoría de las enfermedades -incluida la adicción- son complejas, y las variaciones en muchos genes diferentes contribuyen al nivel general de riesgo o protección de una persona. La buena noticia es que los científicos están trabajando activamente para descubrir más vías de tratamiento y prevención de estas complejas enfermedades.